Hace dos semanas ya que estamos en la nueva casa. Sin internet, por eso la desaparición (bue, los que solo leen el blog no creo que lo noten porque igual no actualizaba esto muy seguido jaja). Al principio se me hacía rara la idea de vivir en el otro lado de Queenstown, en la falda del otro cerro, como que todo se me hacía muy lejos, y más encima agotador, porque la altura a la que se encuentra esta casa es por lo menos 3 veces más que donde viví los 5 meses anteriores (sí, 5, casi nadie puede entender como aguanté 5 meses en un hostel y más encima en mi pieza que era minúscula).
Pero ahora (en realidad como desde el segundo día) esta todo muuuuuuuuuuuuy bien, la distancia al centro obvio que no es mucha, o sea, estamos en Queenstown, aunque viviera "lejos" me demoraría 30 minutos caminando que es lo que me demoraba en promedio en Punta Arenas para ir a la mayoría de los lugares que
frecuentaba y eso para mi era nada, pero New Zealand te enseña malas costumbres como que todo estaá al lado, 15 minutos (a pie) ya es lejos. Bueno si empezamos a comparar la casa tiene mucho donde ganar, empezando con el precio que es como la mitad de lo que pagaba en el hostel (aunque hay que esperar
las cuentas aún, que (roguemos a Dios, los ángeles, diablos, estrellas, elfos, hadas, duendes, y crucemos todos los dedos) esperamos no sean TAN caras.
El otro punto a considerar es el tamaño de mi pieza, ahora es unas 3 veces más grande que la que tenía en el hostel, la comparto con una sola persona (no con 3) la ventana se abre hacia afuera! no a un pasillo, tengo cama no litera, el walking closet es casi del tamaño de mi pieza del hostel jaja, tengo baño privado!!
y hum sí, creo que eso no más. También la cocina, es más pequela obvio, pero también es obvio que más limpia, pero no encuentras cosas gratis jajaja ese es un punto a favor para el hostel :P. Bue el living - comedor es bastante grande también, con dos sillones muy cómodos, aunque no sé porque siempre me siento en el piso, es que hasta el piso es cómodo haha y buenos hay unas ventanas gigantes que, si no fuera por la casa del frente tendría una vista casi perfecta (no se ven los Remarkables, otro punto para el hostel, aunque había que ir al patio para verlos, el patio de ese hostel era el mejor de Queenstown).
La convivencia muy buena, lo único malo es que cocinamos muchas cosas ricas, pero espero que se compense con la subidita de todos los días para volver a casa jaja.
Pasando a otro tema, un par de gente más se ha ido :/. El primero fue Javier, vivió con nosotros sus últimos 3 días aquí y partió a Auckland y después a Malasia hace casi dos semanas. Pame y Grigio se fueron la semana pasada, ambos con rumbo a Asia también, en teoría los dos vuelven a New Zealand, así que en una de esas vueltas locas de la vida nos volvemos a ver :) (siempre y cuando yo decida finalmente que haré jeje).
En una de las tantas veces que visité la casa de las gemelas estas últimas semanas decidí que quería una Djembe. Yo siempre me había quejado de que me faltaba explotar mi lado musical porque intelectual, deportivo, culinario, artístico (eeeiaa, se hacía la artista igual jajaja) y no se cuales más ya los tenía no digamos que desarrollados pero al menos ya tenía una actividad en el área (lamentablemente parece que los dos primeros se encuentran en estado de hibernación en este viaje, pero esperemos que despierten pronto!), y en lo musical nada. Había aprendido un poco de uno que otro instrumento, pero nada que me llenara.
Intenté batería alguna vez porque e encantan las percusiones!, pero era un desastre. Algunos podrán pensar "y qué?", pero es que yo sentía que me faltaba porque la música me encanta!!!!!! ay como la adoro, pero lo único que sabía hacer bien era escucharla y disfrutarla, aunque siempre queriendo aprender a tocar algún instrumento, hasta que a lo largo del viaje se me dio la oportunidad de tocar un djembe. Recuerdo que en Kerikeri habían varios instrumentos dando vueltas en el hideaway, los chicos se juntaban a tocar y me encantaba! traté con el bongó pero no see she, como que me daba verguenza porque no daba una entonces no quería intentar más tampoco. Pero en Queenstown, toqué un djembe y me encantó! soy re mala obvio, pero ya me da lo mismo jajaja lo disfruto igual y bue aquí viene otra historia que es de como obtuve mi djembe (aps, sí tengo uno ahora :D)
Volvamos a la primera línea del párrafo anterior. Decidí que quería un djembe. Entonces me puse a pensar en como conseguir el dinero para comprarme uno porque igual son medios caritos. Me dije ya, parque, todo lo que gane con las pulseras irá destinado al djembe. Mmm ya aunque me demore porque no hemos ido hace tiempo, el clima no había estado tan bueno, pero bueno de a poco lo conseguiría. Fui a preguntar a la tienda los precios, me dijieron que se podía comprar en cuotas, vi uno que me encantó! entonces tenía que empezar a pagar pronto antes de que se lo llevaran.
La decisión la debo haber tomado el sábado o domingo ante pasado. El lunes desdués de ese fin de semana me llega un txt de la compañía de babysitters en la que me inscribí hace como dos meses (y para la que nunca había trabajado aún) preguntándome si podía trabajar martes y miércoles 5,5 horas cada día, y yo dije "obvio!". Trabajé, un amor las dos nenas. Me pagaron. Tenía plata para el djembé!, así al toque, es que no podía ser para otra cosa jajaja era el dinero justo, justo en el tiempo en que llego y justo en cantidad, así que bue, tengo djembe ahora :)
También otra cosa shori que pasó, fue el mismo día que me compré el djembe, al fin pude caminar toda la cuerda!! yahoo, ahora si vamos progresando un poco mas :D
Bueno gente, un saludo a todos y todas, que estén de lo mejor!
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